Conocido como «El hombre del brazo de oro», Harrison ha donado sangre casi todas las semanas durante los últimos 60 años. Después de 1.100 donaciones, este australiano de 81 años se “jubiló” el viernes. La ocasión marcó el final de un capítulo monumental.
Según el Servicio de Sangre de la Cruz Roja Australiana, él ayudó a salvar la vida de más de 2,4 millones de bebés.
Primero, un contexto sobre los anticuerpos
La sangre de Harrison contiene anticuerpos únicos que se usaron para desarrollar una inyección llamada Anti-D, que ayuda a combatir la enfermedad de Rhesus.
Se trata de una condición en la que la sangre de una mujer embarazada comienza a atacar a las células sanguíneas del hijo que lleva en el vientre. En el peor de los casos, puede provocar daño cerebral o la muerte de los bebés.
Y esta es la razón:
La enfermedad se produce cuando una mujer embarazada tiene sangre Rh negativo, mientras que el bebé no nato cuenta con sangre Rh positivo, heredada de su padre.
Si la madre ha sido sensibilizada a la sangre Rh positivo, usualmente durante un embarazo previo con un hijo de Rh positivo, ella podría generar anticuerpos que destruyan los glóbulos “extraños” del bebé que está en el vientre. Y eso puede ser mortal para el niño.}
¿Cómo marcó Harrison la diferencia?

El extraordinario regalo de Harrison comenzó cuando se sometió a una delicada cirugía de pecho: tenía apenas 14 años, según el el Servicio de Sangre de la Cruz Roja Australiana.
“En 1951, me sometí a una operación de pecho en la que me extrajeron un pulmón… tenía 14 años», recuerda Harrison. Las donaciones de sangre le salvaron la vida, así que se comprometió a convertirse en donante.
“Cuando salí de la operación, o un par de días después, mi padre me explicó lo que había ocurrido. Dijo que yo había recibido 13 unidades (litros) de sangre y que personas desconocidas me habían salvado la vida. Él mismo era un donante, así que dije que cuando yo fuera lo suficientemente mayor, me convertiría en un donante de sangre”, recordó este hombre en una conversación anterior con CNN.
Pocos años después, los médicos descubrieron que su sangre tenía el anticuerpo que podría usarse para crear inyecciones Anti-D, por lo que empezó a donar plasma sanguíneo para ayudar a la mayor cantidad de gente posible.
Los doctores aún no saben exactamente por qué Harrison tiene este singular tipo de sangre, pero creen que podría deberse a las transfusiones que recibió cuando tenía 14 años, después de su cirugía. Él es una de las no más de 50 personas en Australia que se sabe tienen esos anticuerpos en particular, de acuerdo con el Servicio de Sangre de la Cruz Roja Australiana.
“Cada bolsa de sangre es valiosa, pero la sangre de James es particularmente extraordinaria. Su sangre en realidad es utilizada para producir un medicamento que salva vidas al ser administrado a madres cuya sangre está en riesgo de atacar a sus bebés no natos. Cada lote de Anti-D que alguna vez haya sido hecho en Australia ha provenido de la sangre de James”, le explicó Jemma Falkenmire, del Servicio de Sangre de la Cruz Roja Australiana, a CNN en 2015 . “Y más del 17% de las mujeres en Australia tienen ese riesgo, así que James ha ayudado a salvar muchas vidas”, completó.
Pocos años después, los médicos descubrieron que su sangre tenía el anticuerpo que podría usarse para crear inyecciones Anti-D, por lo que empezó a donar plasma sanguíneo para ayudar a la mayor cantidad de gente posible.